viernes, 27 de diciembre de 2024

Acogida a personas refugiadas

Escuchamos continuamente hablar de guerra, de ciudades bombardeadas;  de militares israelíes que violan los derechos fundamentales; de activistas palestinos apresados y de combatientes de Hamás que mantienen a rehenes israelíes y que continúan con la lucha armada.

Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y con más matices de lo que realmente nos llega a través de los medios. Históricamente hay personas y colectivos que tratan de desgajar esta situación militarizada y violenta para convertirla en oportunidades para la paz a través de la resistencia noviolenta y promoviendo la reconciliación entre los dos pueblos y la búsqueda de salidas negociadas.

En este mes de Julio han llegado a nuestra provincia refugiados palestinos que huyen de esta situación; quieren cambiar el destino de sus vidas; no es más que lo que hacen cientos de norteafricanos y subsaharianos ante la dura realidad de sus países y la falta de un futuro cercano.

Entre ellos se encuentra Amer, palestino,  y su pareja de nacionalidad  israelí. Amer ha sido activista de “Combatientes por la Paz”, organización palestina-israelí formada por hombres y mujeres soldado israelíes que sirvieron en el ejército y hombres y mujeres palestinas que participaron en la lucha violenta para liberar a su país de la ocupación israelí. 

Combatientes por la paz, basa sus principios en la  noviolencia y la resistencia no violenta. Trabajan por una solución de dos Estados basada en las fronteras de 1967, o cualquier solución mutuamente acordada que permita tanto a israelíes como a palestinos vivir en su patria bajo los valores de libertad, seguridad, democracia y respeto.

Esta asociación organiza una  ceremonia conmemorativa conjunta con motivo del Día de la Nakba (desastre en árabe), una oportunidad para recordar el dolor y la tragedia de la Nakba  cuando en 1948 más de 700.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares, se convirtieron en refugiados y sus aldeas y las ciudades fueron destruidas.

Combatientes por la Paz expresa que “en Israel la mera mención de la palabra "Nakba" es un completo tabú. Sin embargo, creemos  que el camino hacia la paz y la reconciliación pasa por un reconocimiento honesto y sobrio de esta historia, que no terminó en 1948 sino que aún continúa. Después del 7 de octubre, comenzó en Gaza lo que parece ser una segunda Nakba. Alrededor de 1,9 millones de personas en la Franja de Gaza perdieron sus hogares en los bombardeos israelíes y ahora son refugiados. Este desplazamiento masivo devuelve a muchos palestinos a los difíciles y dolorosos recuerdos de 1948”.

El propósito de la ceremonia  es “liberarnos de la prisión mental de la situación actual. Estamos atrapados en un estado intermedio de opresión y violencia. Nuestro objetivo es enfatizar que la realidad actual de duelo y despojo no es un destino inevitable, sino el resultado de las elecciones humanas: podemos elegir de manera diferente, romper el patrón actual y  forjar un futuro mejor."

Continúan afirmando que “para poner fin a la ocupación y encontrar una solución al conflicto, debemos escuchar con empatía nuestras diferentes historias y reconocer la injusticia para lograr una verdadera liberación conjunta:  ¿cómo nos liberamos de la ocupación, la opresión y la violencia? ¿Cómo es la liberación y cómo empezamos a sanarnos de nuestros traumas pasados y presentes?

Amer, escribió una reflexión para la ceremonia conmemorativa del día de la Nakba organizada por “Combatientes por la Paz” en 2022:

"Soy un refugiado palestino de tercera generación de la ciudad de Ramleh. Puede que no haya experimentado la Nakba, pero llevo conmigo todas sus penas, dolor y traumas como siempre escuché de mis abuelos la historia de su desplazamiento y las horribles masacres cometidas por los grupos sionistas. ¡Me contaron cómo caminaron desde Ramleh a Jordan, de una casa a una tienda de campaña, si se les proporcionaba!

Estos trágicos acontecimientos y todos sus traumas psicológicos pasan de generación en generación. Después de 74 años de la Nakba, hay casi 7 millones de refugiados palestinos en el mundo, la mayoría de los cuales no tienen nacionalidades, no tienen derecho a la ciudadanía, carecen de sus necesidades humanitarias básicas y experimentan las peores condiciones de vida en los campamentos de refugiados de los países vecinos.

La tristeza y el dolor que siguen a la Nakba continúa hasta el día de hoy. Bueno, la Nakba no ha terminado todavía, de hecho continua. Israel sigue practicando los mismos métodos de opresión, desplazamiento forzado, limpieza étnica y discriminación racial. Hasta hoy, los trágicos acontecimientos de Nakba no han sido reconocidos ni siquiera se han disculpado por ellos; por el contrario, Israel hace todo lo posible para encubrirlos. Negar la Nakba desde el lado israelí es el principal obstáculo en todos los intentos de construir la paz. ”

Hoy, Amer, que gestiona sus estatus de refugiado en España, será otro de los varios millones de refugiados palestinos en el mundo mientras continua la situación de opresión israelí en todo el territorio palestino y de genocidio en Gaza con la complicidad de importantes actores  como los EEUU y la inacción de otros muchos. Aunque en estos y otros territorios siempre habrá historias de resistencia que habrá que reconocer y relatar.

Actualmente están siendo apoyadas por  un grupo de personas y por la Red Dimbali y la  CNT  de Jerez, asociaciones con la que cooperamos desde el Colectivo de Noviolencia ELAIA. Amer colabora en Institutos de Jerez para contar la realidad del pueblo palestino.






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