Hoy recomendamos el libro “Apoyo mutuo. Construir solidaridad en sociedades en crisis” escrito por Dean Spade, de la Ed. Traficantes de sueños, 2022, reseña escrita por nuestra colaboradora e insistente lectora Bea Bustillo.
La lectura de este libro resulta especialmente oportuna y necesaria en el contexto actual. Escrito por Dean Spade, activista trans y profesor de Derecho en la Universidad de Seattle, ofrece una mirada crítica y esperanzadora sobre cómo enfrentar las crisis desde la colectividad.
El concepto y la estrategia del apoyo mutuo tienen su origen en el pensamiento del biólogo ruso Piotr Kropotkin, quien identificó una tendencia cooperativa entre distintas especies, en contraposición a la visión darwinista de la “supervivencia del más fuerte”.
Trasladado al ámbito social, el apoyo mutuo se entiende como la coordinación colectiva orientada a satisfacer las necesidades de cada persona, generalmente partiendo del reconocimiento de que los sistemas existentes no lo harán.
Lo hemos visto recientemente en crisis como la pandemia de COVID-19, las inundaciones en Valencia, los incendios forestales, la llegada masiva de personas migrantes y su brutal control, los desahucios, entre otros. Ante la incapacidad de las políticas gubernamentales para dar respuesta, la ciudadanía ha generado nuevas formas de compartir recursos y brindar ayuda a quienes más lo necesitan: confección casera de mascarillas, cuadrillas vecinales para limpiar el barro, instalación de fuentes de agua potable en las fronteras, redes de cuidado infantil para madres trabajadoras, huertos urbanos… Todos ellos son ejemplos de apoyo mutuo.
Este tipo de prácticas no son nuevas. Históricamente, las personas han colaborado para sobrevivir. Sin embargo, el capitalismo y el colonialismo han impuesto estructuras que han erosionado las formas tradicionales de cuidado y colaboración, promoviendo el individualismo.
Spade sostiene que la colectividad es la herramienta más poderosa para afrontar las crisis —medioambientales, económicas y sociales— que, lamentablemente, serán cada vez más frecuentes.
En la primera sección del libro, más teórica, se presentan tres elementos clave del apoyo mutuo:
• Desarrollar proyectos que respondan a necesidades reales, comprendiendo las causas estructurales de la precariedad. Es fundamental abandonar la idea del “fallo moral individual”, ya que el origen de los problemas sociales radica en el capitalismo, la explotación y la desigual distribución de los recursos.
• Movilizar personas, expandir la solidaridad y construir movimientos. Todos poseemos saberes que pueden contribuir a resolver los problemas, sin necesidad de expertos. Los proyectos de apoyo mutuo fomentan la solidaridad al crear espacios donde las personas se unen por necesidades compartidas, más allá de sus diferencias. Así nacen los movimientos: cuando un problema urgente se transforma en una visión colectiva de transformación social.
• Actuar desde la participación y la acción colectiva, en lugar de esperar soluciones externas. El apoyo mutuo es antiautoritario por naturaleza y demuestra que podemos organizarnos sin coerción. Nos recuerda que somos capaces de gestionar la actividad humana de forma colaborativa.
Estas claves cuestionan el modelo de caridad institucional, donde las clases privilegiadas administran la ayuda desde una jerarquía moral basada en la riqueza.
Asimismo, el apoyo mutuo no debe entenderse como voluntariado ni como pasatiempo. Es una forma de vida, una manera de habitar el mundo en coherencia con nuestras esperanzas.
Un claro ejemplo reciente ha sido la flotilla de la libertad, o la marcha global a Gaza, en el que miles de personas se han implicado de diferente manera en un objetivo común, sin jerarquías, atendiendo un problema urgente como es el genocidio en Gaza, compartiendo saberes, actuando colectivamente y construyendo un movimiento de solidaridad global dando respuesta a la inacción de los poderes de los estados e instituciones.
La segunda parte del libro, más práctica y especialmente útil para quienes formamos parte de asociaciones u organizaciones, aborda —mediante tablas comparativas— temas como la gestión de fondos, el liderazgo y la resolución de conflictos. También ofrece estrategias para evitar dinámicas negativas frecuentes, como la jerarquía de méritos (quién “merece” la ayuda), la cooptación o el paternalismo.
Además, se analizan factores que suelen afectar a los movimientos por la justicia social, como el agotamiento y los conflictos internos, ilustrados con ejemplos concretos
En definitiva, se trata de una obra valiosa tanto para quienes estamos implicados en movimientos sociales como para quienes se inician en el activismo y creen que este sistema capitalista y patriarcal no es la única opción. Podemos, entre todas, construir nuevas formas de supervivencia basadas en los principios de liberación y autodeterminación colectiva: formas de alimentarnos, comunicarnos, refugiarnos, movernos y cuidarnos que no estén centradas en el lucro, las jerarquías ni la destrucción del planeta.
Como dice Spade: “Deseamos un mundo radicalmente distinto que suprima los sistemas que ponen nuestra vida bajo su control”.






























